martes, 23 de octubre de 2007

Uno de mis héroes


Noah Gordon publica este miércoles su primera obra en ocho años. El rey de la novela histórica reclama de nuevo su trono con La Bodega (Roca Editorial), una declaración de amor sincero a la España del siglo XIX, a la pasión vinicultora del campesino catalán de la época y, en general, a ese aura romántica que rodea todo lo relacionado con la producción vinícola.

El escritor bostoniano se nutre de su pasión por un país del que en cierto modo ya forma parte: su hijo Michael Gordon, que ha escrito un artículo sobre la relación de su padre con el arte del buen vino, creó su familia hace seis años en Barcelona al casarse con una mujer catalana.

Tampoco esconde el hecho de que se siente identificado con el protagonista de su nueva historia, Josep Álvarez, que representa la figura del joven inmigrante que se abre camino en la vida a base de trabajar duro.

A estas alturas de la vida Noah Gordon es un hombre maduro, entrañable, que todavía mantiene intacta su capacidad de sorprender al interlocutor a la primera de cambio.

"Soy norteamericano pero me siento como en casa en Barcelona", explica el escritor a primer ahora de la mañana del lunes, madrugador, en un encuentro con ADN.es. "Tengo amigos y familia aquí y sentimientos especiales hacia España", explica disculpándose por no hablar bien el idioma, a pesar de sentirse "parte del país" de un modo que califica de "extraordinario".

Destinos fatales

De entre todos los períodos de la historia de España, Gordon ha escogido una época (la que va de 1870 a 1876) marcada por la violencia de las guerras carlistas y el asesinato del general Prim durante su mandato como Presidente del Gobierno.

Del fatal destino de Prim, que además supone un capítulo esencial en el desarrolo de la trama, Gordon asegura que "tiene muchos paralelismos con el atentado a Kennedy, pues en ambos casos siempre quedarán elementos por esclarecer".

La historia de dos bodegas

Gordon explica que situó en ese momento histórico su novela porque "existía una yuxtaposición de un desastre natural como la plaga del insecto de la filoxera y las guerras carlistas", algo que ha considerado una buena circunstancia puesto que su idea "era localizar la historia entre esas dos presiones".

En La Bodega hay una advertencia puesta en boca del francés Léon Mendes: "Los españoles no tenéis peor enemigos que vosotros mismos cuando os da por pelearos". En la novela Josep está a punto de sentirse ofendido al oir esas palabras. Herir sensibilidades es algo que no preocupa al autor: "Cuando la mitad de un país comienza a matar a la otra mitad, es la peor y más horrible clase de guerra posible", afirma sin vacilar.

Historias más cortas

El protagonista se mete, involuntariamente, en problemas políticos, en lo que parece una denuncia del radicalismo ideológico. Pero Gordon desmiente una intención moralista. Aclara que "en todo el mundo los jóvenes no tienen un buen trabajo, o una familia adinerada, para salir adelante en un mundo creado por hombres mayores en el que tienen que luchar duro".

Noah Gordon es un escritor al que no le queda nada que demostrar. Con cada nueva obra saborea el éxito comercial y su torrente no se agota, el autor habla con ilusión de sus nuevos proyectos. "Tengo un grupo de ideas en mi cabeza", confiesa. "Quizá sea propio de una persona que se hace mayor, tengo 81 años y no creo que tenga tiempo para escribir 18 novelas más, así que creo que haré un libro de historias cortas", revela.

Y lo hace sin descartar que con esa colección de relatos pueda volver a la literatura infantil, un género que ya practicó con San y otros cuentos de animales.

1 comentario:

María Sayago dijo...

Me gusta este escritor. Ya era hora de que sacase un nuevo libro. Intentaré leerlo, aunque no te aseguro nada; todo depende del tiempo libre que tenga. ;)